los que programamos en entornos académicos llevamos muchos años usando software distribuido con licencias de tipo Open Source (OS). De hecho, ahora mismo el canal de distribución de software más popular es GitHub, donde para alojar un nuevo proyecto debes elegir qué tipo de licencia OS le otorgas como creador.
A pesar de las controversias y del debate sobre la propiedad intelectual, este modelo ha tenido la ventaja de permitir que otros creadores aprovechen de manera eficiente los avances hechos por otros y creen soluciones mejores de las que al final todos nos beneficiamos. Una condición general de estas licencias es que el producto resultante sea también OS. Así funcionan las distribuciones Linux, por ejemplo, o gran parte del sistema operativo Mac OS X.
Variedad de tomate Sunviva del catálogo Open Source Seeds. Foto tomada de http://www.nature.com/nbt/journal/v35/n8/full/nbt0817-700.html. |
hasta luego,
Bruno