Todos necesitamos utilizar distintos lenguajes de programación y distintas sintaxis y convenciones para muy diversas tareas. A saber: bash scripting, sed, awk, C, Perl, Python, PHP, Java, XML, HTML, JavaScript, JSON, AJAX, etcetc
Yo soy partidario de tratar de evitar esto lo máximo posible. Así que últimamente estoy tratando de potenciar mi entorno de trabajo Python y moverme a otros lenguajes sólo cuando sea realmente necesario. He hecho algunas nuevas adquisiciones a mi repertorio últimamente, aunque todavía sin mucho dominio de ellas. A pesar de esto, los resultados me han parecido muy satisfactorios. Aquí voy a hablar de un Framework para aplicaciones web en Python, CherryPy (a minimalist python web framework).
Cuales son las claves para que me haya decidido por utilizar CherryPy:
- Python no incorpora las utilidades de aplicación web que vienen incluídas en, por ejemplo, PHP. En mi caso, especialmente, control de sesión HTTP.
- Necesitaba trabajar tras un servidor Apache y tanto el módulo CGI de Python, como el mod_python de Apache son desaconsejados.
- Una aplicación CherryPy es un servidor HTTP en sí mismo, por lo que puede trabajarse muy cómodamente sobre la aplicación sin necesidad de involucrar otros sistemas en un principio.
- Permite trabajar única y exclusivamente en Python. Incluso la configuración se puede realizar con diccionarios de Python y decorators, si se prefiere esto a tener ficheros de configuración externos. La petición HTTP (la request) y sus parámetros se manejan directamente desde métodos Python.
- Es una Framework ligera, que no se inmiscuye en creación de vistas, control de usuarios, etc. Si bien permite la creación y utilización de herramientas y plugins complementarios. Siempre me han atraido las pequeñas cosas modulares, por encima de las grandes aplicaciones todo en uno. Las primeras me sugieren versatilidad y claridad; las segundas dependencia.
Quizás la parte más complicada para tirarse a trabajar con CherryPy es la configuración. Aunque más que por su complejidad, es debido a la errática documentación existente y los ligeros cambios entre versiones de la framework que para un novicio pueden ser difíciles de atribuir a una u otra versión*. En mi caso, lo mejor ha sido obviar a menudo la documentación de la página principal y trabajar directamente con el libro CherryPy Essentials y apoyándome en la lista de usuarios de CherryPy.
Sin embargo, ya digo que no es muy complicado. Una vez uno se tira a escribir sobre la aplicación y va viendo que las cosas funcionan, en seguida se pasa a trabajar con la aplicación en Python y se olvida de lo que hay detrás. Eso hasta que ejecutamos la aplicación y voilá! Ya podemos hacer peticiones desde un navegador directamente a nuestros métodos Python. Pero ¿cómo se hace una aplicación con CherryPy?
Lo primero es descargar e instalar CherryPy, para lo cual hay información detallada y fácil de llevar a cabo en la documentación oficial.
Lo segundo es crear nuestro fichero principal de Python que hará las veces de servidor. En mi caso "server.py".
A éste fichero le añadimos el import de cherrypy:
import cherrypy
Luego hacemos el diseño de las clases y métodos que serán dianas de las distintas URLs. Por ejemplo, para:
http://mysite/myapp/exec
con un parámetro "myparam" que viene por ejemplo de un submit en HTML o en un GET:
class NameOfMyClass(Base):
@cherrypy.expose
def exec(self, myparam):
# tratar los datos de la request, por ejemplo añadirlos a sesión
cherrypy.session['param_01'] = myparam
# realizar operaciones
result = mymodel.mymethod(myparam)
# devolver una respuesta, por ejemplo en formato HTML
return html_generator(result)
Especialmente fijarse en que el decorator (@cherrypy.expose) hace al método exec visible para el mapeador de URLs, es decir, para el cliente HTTP en definitiva.
El nombre de la clase no tiene que coincidir con el de la aplicación en éste caso, precisamente por ser la clase de la aplicación, cuyo mapeo desde URL definiremos a continuación:
cherrypy.config.update(conf)
cherrypy.tree.mount(NameOfMyClass(), script_name='/myapp', app_conf)
cherrypy.engine.start()
cherrypy.engine.block()
Faltaría añadir aquí el contenido de las variables "conf" y "app_conf". En ambos casos pueden ser rutas a ficheros de configuración o diccionarios de Python. Sobre la configuración mejor consultar aquí o el libro que ya hemos comentado. Pero un ejemplo con diccionarios podría ser:
conf = {
'global': {
'server.socket_host': '127.0.0.1',
'server.socket_port': 9091,
},
}
app_conf = {
'/style.css': {
'tools.staticfile.on': True,
'tools.staticfile.filename': os.path.join(_curdir,
'/mydeploydir/css/style.css'),
}
}
Y con esto sería suficiente. Ejecutamos:
python server.py
Y ya deberíamos poder hacer peticiones desde un navegador a:
http://127.0.0.1:9091/myapp/exec?myparam=eead
Por último, tocaba desplegar la aplicación tras el servidor Apache, de forma que este siguiera sirviendo otras aplicaciones (escritas en PHP, Perl, etc.) y CherryPy sirviera mi aplicación Python. Hay muchos ejemplos sobre como desplegar CherryPy tras Apache en el libro, y también en algunas páginas en caché de Google ;) pero para un profano de Apache no quedaba claro cuál de ellas era mejor para que ambos sirvieran páginas, ni cómo modificar los ejemplos para ello. Finalmente, para el esquema que muestro a continuación, añadiendo 2 líneas a la configuración de Apache fue suficiente.
ProxyPass /myapp http://127.0.0.1:9091/myapp/
ProxyPassReverse /myapp http://127.0.0.1:9091/myapp/
Esto es, un proxy reverso para la aplicación creada en CherryPy con script_name en el método cherrypy.tree.mount a "/myapp".
Y esto es todo lo que quería contar sobre CherryPy y servir aplicaciones web escritas en Python. Pythonic uh? :)