Primero aclarar que esta entrada será únicamente útil a los administradores de ordenadores, bioinformáticos o no, que hayan estado haciendo cambios en la distribución de su disco duro (tabla de particiones) y por algún error humano o de software hayan perdido los datos de su ordenador.
Si nunca has tocado la tabla de particiones de tus discos, mejor no la toques, aunque puedes seguir leyendo...
Además el tema está de moda, porque muchos
políticos y empresarios corruptos borran sus ordenadores antes de que llegue la policía... pero veremos cómo existen muchas herramientas para recuperar esos datos y meterlos en la cárcel ;)
El caso es que cuando instalamos Linux/Windows, o lo desinstalamos, o no nos arranca, o queremos crear una nueva unidad de disco dentro de nuestro propio disco, o queremos modificar las ya existentes... tenemos que modificar la tabla de particiones del disco. No explicaré lo que es la
tabla de particiones, la Wikipedia lo hace mejor que yo, pero intentaré contar mi mala experiencia dar unos consejos muy útiles en caso de catástrofe.
Mi historia comienza el jueves pasado cuando me dio por ampliarme la partición de sistema (/) de mi Kubuntu, la creé de 20GB (era pequeña porque mi disco SSD es de 256GB y me gustan ligeras para poder hacer
backups rápidamente), y la quería ampliar a 40GB quitando un poco de espacio a mi partición de (/home). Tenía en 10 minutos que asistir a un seminario
, así que como puede tardar horas la redistribución era el momento perfecto. Y como el servidor con el que trabajo tarda mucho en arrancar, decidí hacerlo con mi portátil. Arranqué el portátil con un LiveUSB de Kubuntu 14, instalé y ejecuté
GParted (ver nota 1), una aplicación que me gusta particularmente para modificar los discos con Linux y sistemas de archivos ext4 (Kubuntu también posee su propia herramienta de administración de discos). Hice los cambios de tamaño de particiones de disco que quería y pulsé la opción de 'Aplicar'. Hasta aquí todo normal, Gparted comenzó a mover datos en una partición para dejar espacio y poder amplicar la otra. Pero me di cuenta que no había conectado mi disco SSD al portátil y que estaba redimensionando mi disco interno NTFS de Windows (que también es de 256GB)... por las prisas decidí pararlo y dejarlo para después.
ERROR Nº 1: nunca detener una herramienta de administración de discos a mitad de un cambio, aunque sólo lleve 1 minuto.
Pensé que con la herramienta fdisk de Linux podía volver a asignar el tamaño original a la partición y el tipo NTFS.
ERROR Nº 2: Si hemos dañado la tabla de particiones, no hacer más cambios en ella, ni intentar formatear, si formateamos no garantizo que las herramientas que explico a continuación nos salven.
¿Qué deberíamos hacer si hemos llegado a este punto en que no podemos leer nuestro disco? Mi consejo es ir a la tienda más cercana, comprar un disco externo y hacer una copia exacta de nuestro disco 'estropeado' con un live CD de Clonezilla por ejemplo (ver nota 2). Así podemos intentar recuperar datos y estar seguros de que no puede ir la cosa a peor.
Leyendo por internet, descubrí una aplicación maravillosa y gratuita llamada TestDisk que analiza nuestro disco descubre particiones modificadas o borradas, lista los archivos que contenían y permite intentar restaurarlas. En este tutorial se describe cómo usar el programa y otras alternativas para recuperar datos. Recomiendo iniciar el ordenador con un LiveCD con TestDisk, ejecutarlo, buscar las particiones eliminadas con las opciones 'QuickSearch' y 'Advanced Search' (si la primera falla) y copiar todo a un disco externo. Posteriormente restaurar la partición con la opción 'Write'.
En mi caso encontré la partición borrada, pude copiar la mayoría de archivos del disco (algunos recientes no) y la opción de 'Write' para restaurar la partición no funcionó... El pánico había pasado, ha pero todavía no había recuperado todos mis datos. Entonces decidí probar el tan odiado chkdsk de Windows XP, aquí se explican todas sus opciones (recomiendo 'chkdsk /r').
ERROR Nº 3: Si detenemos chkdsk a mitad de chequeo, no se arreglará el disco y al volverlo a ejecutar volverá a empezar desde el principio.
Tras 24 horas ejecutándose chkdsk y corrigiendo archivos, mi ordenador ha resucitado y parece que he recuperado casi todo, pero no todo, estoy tan feliz que he decidido escribir esta entrada :)
MORALEJA:
Más vale perder unas horas haciendo copias de seguridad todos los
meses, semanas o días, que tener que rezar al cielo para recuperar
nuestros datos.
Tras 24 horas ejecutándose chkdsk y corrigiendo archivos, mi ordenador ha resucitado y parece que he recuperado casi todo, estoy tan feliz que he decidido escribir esta entrada :)
MORALEJA: Más vale perder unas horas haciendo copias de seguridad todos los meses, semanas o días, que tener que rezar al cielo para recuperar nuestros datos.
Otro buen consejo es usar almacenamiento redundante en la nube para nuestros datos más valiosos con servicios como Dropbox, aunque sabemos que nos los pueden espiar en cualquier momento.
NOTA 1: para modificar la tadesde Windows recomiendo MiniTool Partition Wizard.
NOTA 2: mi herramienta favorita de clonado y backup de discos es FSArchiver, pero Clonezilla es más fácil de usar con su interfaz gráfica.